Santa Teresita se erige como una destacada institución de formación docente, situada en la ciudad de San Estanislao, Departamento de San Pedro, Paraguay. Avalada por la resolución N° 161/1999, se constituye como un referente educativo, con una visión de liderazgo en la formación docente inicial y continua. Su reconocimiento a nivel nacional e internacional respalda su compromiso con la excelencia educativa.

La institución abraza una visión ambiciosa, aspirando a ser líder no solo a nivel local, sino también internacionalmente, en la formación integral de docentes. Este enfoque se refleja en su compromiso con la creación de profesionales competentes, capaces de satisfacer las demandas educativas de la región. La meta es producir educadores que no solo transmitan conocimientos, sino que también se conviertan en agentes de cambio, transformando su entorno con responsabilidad y profesionalismo.

La misión de Santa Teresita se alinea estrechamente con estos principios, buscando la formación de docentes altamente competentes. Este proceso formativo fomenta la autonomía, la proactividad y el liderazgo entre sus estudiantes. Además, se destaca la importancia de cultivar un elevado sentido ético, preparando a los futuros educadores para enfrentar los desafíos éticos y morales que puedan surgir en su práctica profesional.

La institución se esfuerza por ir más allá de la mera transmisión de conocimientos, buscando moldear individuos que no solo sean expertos en sus campos, sino también ciudadanos comprometidos y éticos. La visión y misión de Santa Teresita convergen en la creación de profesionales que no solo se destaquen por su competencia técnica, sino que también se integren eficientemente en su entorno social y laboral.

Santa Teresita se alza como un faro de educación en la región, guiando a sus estudiantes hacia la excelencia académica y la responsabilidad social. Su enfoque integral no solo se traduce en profesionales altamente capacitados, sino también en ciudadanos comprometidos con el bienestar de la sociedad. En este sentido, la institución no solo se establece como una fuente de conocimiento, sino como una fuerza transformadora que contribuye positivamente al tejido social y educativo de la región y más allá.